domingo, 5 de noviembre de 2017

Conticinio

Un frenético convento de monjas
carmelitas custodia
sus votos de pobreza,
castidad y obediencia.
La madre superiora las observa
con rostro menguante
y picado de viruela.

Desconocen que un efímero dios
araña silente
sus hábitos buscando el secreto
del tragaluz enhebrado en la sombra.

Aquí abajo
el mundo enmudece bajo su piel
de pantera, la vida acecha
y al sereno se le han olvidado las llaves.

El inmortal hombre sigue arañando.
Tal vez esta noche
vislumbre la respuesta
entre los asterismos
                                     y las constelaciones.                    



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